sábado, septiembre 25, 2004

las cosas en su sitio

Es importante tener mucho cuidado y ser prudente a la hora de relacionarse con las personas. Siempre viene alguien que te quiere cocinar el conejo...




ADDENDA del 02.10.2004: debido a una serie de cuestionamientos a los que he tenido que responder personalmente me veo en la necesidad de la presente. El post que encabeza estas líneas
NO ES UNA DECLARACIÓN CONTRA EL GÉNERO.

Quienes han seguido las ficcionalizaciones (o comentarios) saben que se trata de una apreciación sobre un(a) particular que usufructúa el nombre de un reconocido y admirado personaje de una serie británica. Gracias. Eso. Nada más.

viernes, septiembre 24, 2004

ficcionalista! ESCUCHA

Benjamin Biolay. Négatif

Nada dura más de tres días.

Proverbio árabe

jueves, septiembre 23, 2004


SOBRE LA NOCIÓN DE FUTURO

Siempre lo digo. Nos hicieron creer que en el año 2000 todos ibamos a usar poleras plateadas, un corte de pelo con flequillo nada stone, que los caminos terrestres caerían en desuso, que la comida sería instantánea.
Nos timaron ¿cómo nadie, nadie, eleva una protesta?


miércoles, septiembre 22, 2004


Mas Zaratustra contempló al pueblo y se maravilló. Luego habló así: El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, - una cuerda sobre un abismo.
Un peligroso pasar al otro lado, un peligroso caminar, un peligroso mirar atrás, un peligroso estremecerse y pararse. La grandeza del hombre está en ser un puente v no una meta: lo que en el hombre se puede amar que es un tránsito y un ocaso.
Yo amo a quienes no saben vivir de otro modo que hundiéndose en su ocaso, pues ellos son los que pasan al otro lado.
Yo amo a los grandes despreciadores, pues ellos son los grandes veneradores, y flechas del anhelo hacia la otra orilla.
Yo amo a quienes, para hundirse en su ocaso y sacrificarse, no buscan una razón detrás de las estrellas: sino que se sacrifican a la tierra para que ésta llegue alguna vez a ser del superhombre.
Yo amo a quien vive para conocer y quiere conocer para que alguna vez el superhombre viva. Y quiere así su propio ocaso.
Yo amo a quien trabaja e inventa para construirle la casa al superhombre y prepara para él la tierra, el animal y la planta: pues quiere así su propio ocaso.
Yo amo a quien ama su virtud: pues la virtud es voluntad de ocaso y una flecha del anhelo.
Yo amo a quien no reserva para sí ni una gota de espíritu, sino que quiere ser íntegramente el espíritu de su virtud: avanza así en forma de espíritu sobre el puente.
Yo amo a quien de su virtud hace su inclinación y su fatalidad: quiere así, por amor a su virtud, seguir viviendo y no seguir viviendo.
Yo amo a quien no quiere tener demasiadas virtudes. Una virtud es más virtud que dos, porque es un nudo más fuerte del que se cuelga la fatalidad.
Yo amo a aquel cuya alma se prodiga, y no quiere recibir agradecimiento ni devuelve nada: pues él regala siempre y no quiere conservarse a sí mismo.
Yo amo a quien se avergüenza cuando el dado, al caer, le da suerte, y entonces se pregunta: ¿acaso soy yo un jugador que hace trampas? - pues quiere perecer.
Yo amo a quien delante de sus acciones arroja palabras de oro, y cumple más de lo que promete: pues quiere su ocaso.
Yo amo a quien justifica a los hombres del futuro y redime a los del pasado: pues quiere perecer a causa de los hombres del presente.
Yo amo a quien castiga a su dios porque ama a su dios: pues tiene que perecer por la cólera de su dios.
Yo amo a aquel cuya alma es profunda incluso cuando se le hiere, y que puede perecer a causa de una pequeña vivencia: pasa así de buen grado por el puente.
Yo amo a aquel cuya alma está tan llena que se olvida de sí mismo, y todas las cosas están dentro de él: todas las cosas se trasforman así en su ocaso.
Yo amo a quien es de espíritu libre y de corazón libre: su cabeza no es así más que las entrañas de su corazón, pero su corazón lo empuja al ocaso.
Yo amo a todos aquellos que son como gotas pesadas que caen una a una de la oscura nube suspendida sobre el hombre: ellos anuncian que el rayo viene, y perecen como anunciadores.
Mirad, yo soy un anunciador del rayo y una pesada gota que cae de la nube: mas ese rayo se llama superhombre. -


Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra, Prólogo, 4

martes, septiembre 21, 2004

CUERPOS

Cada día
dibujamos la sonrisa de rigor,
en nuestras caras
fingimos el reticente placer de las formas,
adornamos muñequitos, de guerra,
con fanfarrias,
descascarados descarados.

Ordenamos el hastío,
lo encolumnamos vertical
verticalmente,
prolijo con las manos distraídas
en los cien cantos del noviembre
y la hiel.


Edad de carnes e inocencias
y las miradas acompasadas
con los cuerpos.


F.J.V., (Fuga, 1989)

lunes, septiembre 20, 2004


FROM: ficcionalista!
TO: Lo [a.k.a. Bitchy Bitch]
SUBJECT: Algo personal en sitio público

Sin comentarios ni link a tu e-mail en el weblog, me es imposible contactarte. Entiendo que es la idea, pero me encantaría poder hacerlo.


shrinkin’
(microrelato raro)


No sé cuando comenzó. No importa. En poco tiempo no podré respirar porque el aire será muy denso para mis pulmones. Sé que empezaré a delirar por falta de oxígeno en el cerebro. Ya no importa demasiado: si no fuera por eso, la causa bien sería otra. Lo único cierto es que desapareceré pronto. Es indecible cómo, a este nivel, los fenómenos más vulgares parecen enajenados. Los procesos naturales comienzan a desajustarse y lo real se manifiesta en otros modos. Hay cuerpos que no caen o que flotan inmóviles. Algunos enrarecen sus partes; otros simplemente desaparecen. Por ahora puedo verlo; más tarde mis ojos no resistirán la visión de las cosas y deberé dejar de mirar. Espero que no llegue a ocurrir y que todo finalice antes. Hace unas horas que los sonidos cotidianos me son ajenos. Hay una especie de ruido de fondo contínuo y monótono que me resulta difícil de describir. Por momentos me pareció escuchar el Concierto Italiano de Bach –probablemente la versión de Friedrich Gulda– pero ahora creo que se trató más bien de alguna especie de reflejo o ilusión. Hace horas –no sé si lo fueron; mi percepción del tiempo también está extrañada– dejé la habitación, su piso de madera vieja. En una última astilla desprendida encontré un puente que me permitió alcanzar el umbral de mármol de la puerta. Ahora espero sobre un diminuto promontorio que tiende a convertirse en planicie, mientras una mota de polvo suspendida parece elevarse lentamente, mientras me aleja de su deseo de inmensidad, mientras la singularidad de cada cosa expresa una inhumana vocación de totalidad, mientras me acomodo en un poro absoluto del infinito mineral, mientras aguardo con desganada e involuntaria paciencia el advenimiento de no ser.
F.J.V.


ficcionalista! ESCUCHA

Bjork. Medulla

domingo, septiembre 19, 2004


COSAS QUE SE ESCUCHAN POR RADIO

Quiero compartir con ustedes una columna de Jorge Halperin en el programa "Mirá lo que te digo" (Radio Mitre, AM 790, Lun. a Vie. de 15 a 18 hs.) que salió al aire el pasado 1ro. de septiembre. Es, por su claridad, lucidez y simpleza, una verdadera maravilla.
Al que no le guste, le recomiendo Radio 10, AM 710.
A cualquier hora, total, son siempre igual de reaccionarios.

"Ustedes saben que un gran tema de la semana es el aumento del salario mínimo, si va a ser de 424, 450 o más. Salga lo que salga, y aunque por supuesto es bienvenido, ese aumento lo van a recibir sólo 350.000 de los 12 o 14 millones de trabajadores. Y ni los beneficiarios ni el grueso de los trabajadores en negro, que son casi la mitad de todos los trabajadores argentinos, ni mucho menos los desocupados, van a poder salir de la pobreza o la miseria por el aumento que salga esta semana.
Espero que nadie se enoje si digo que tenemos una situación de emergencia al lado de la cual una gran inundación, una epidemia, el atentado a la AMIA o todos los secuestros juntos son un poroto: 2.500.000 de desocupados; 18 millones de personas, ocupados o desocupados, debajo la línea de pobreza..
¿Hay algo más urgente? De todas maneras, no es un campeonato de urgencias, yo tengo la mejor urgencia, sino que es una prioridad y que, aún los problemas de seguridad no se los arregla sin atacar la catástrofe de las desigualdades y la pobreza. Bueno, y tenemos, frente a ese drama, al gobierno más sensible de todos los que nos han gobernado desde que volvió la democracia. Y así y todo, con planes trabajar y todo, este gobierno ha hecho muy poco para atacar el mayor problema de la Argentina de 2004: la pobreza, la miseria, las carencias de todo tipo.
¿Y saben por qué se ha hecho muy poco? Quizás voy a molestar con lo que diga. Por culpa de nuestra manera de pensar. Más allá de la falta de decisión del gobierno, la sociedad no presiona tanto al presidente y al ministro de Economía para que haga algo urgente sobre la pobreza como se lo presiona por el tema de la inseguridad, que es muy grave porque nos afecta a todos, pero no es el problema más grave en este país de 36 millones.
Los pobres y desocupados no tienen un Blumberg de aspecto agradable, de hablar prolijo y con un tono mesurado. Lo único que hay del lado de los pobres son los piqueteros, y muchos de ellos no son agradables.
Pero todavía los pobres tienen un problema mayor: cambiarnos la cabeza. Ayer conté las opiniones del ex director de UNICEF, Aldo Isuani, acerca de que en la Argentina no hay políticas sociales a fondo. Y dije que buena parte de la ayuda que reciben los pobres se basa en un principio según el cual el que da no tiene obligación de dar y el que recibe no tiene derecho de recibir.
Entonces escuchás en la calle a mucha gente que dice: los planes trabajar corrompen la cabeza de los pobres porque prefieren quedarse en la casa a esperar el subsidio en lugar de salir a buscar trabajo.
Muy bien, fíjense cuál es la diferencia entre nuestra sociedad y una sociedad más desarrollada como las de los países europeos más avanzados. Allí arraigó un concepto que es la base de las políticas sociales: que toda persona, por el simple hecho de ser ciudadano, tiene derecho a que la sociedad provea a sus necesidades básicas (salud, alimentación, vivienda, educación).
En Europa un subsidio al desocupado o al careciente es un derecho, no es una gauchada o una prebenda. Es una obligación dárselo. Y sólo los más atrasados creen que vos corrompés a alguien porque le das un subsidio.
Y entonces ustedes pueden preguntarme: ¿por qué va a ser una obligación de la sociedad dar?¿por qué no se lo gana el pobre? Y, cuando preguntamos eso, en el fondo estamos influenciados por la filosofía norteamericana, que piensa que una sociedad es una suma de individuos y que cada cual es responsable por lo que hace, y cada cual se gana lo que tiene y es culpable de lo que le falta.
Ese punto de vista proviene de un gran error: la idea de que una sociedad es una suma de individuos. Y que cada uno es resultado exclusivo de lo que hizo él mismo y, como mucho, sus padres. Pero eso es falso. Una sociedad es una trama solidaria de individuos. Una simple suma de individuos no hace una sociedad. Llegamos a ser lo que somos porque hay una trama cooperativa que nos permite ser y desarrollarnos. Si no, no existirían los caminos, ni las escuelas, ni los sanatorios u hospitales ni nada compartido. No existirían si dos o más tipos no se hubieran dado cuenta de que tenemos necesidades comunes y que hay que juntar esfuerzos.
Yo provengo de una familia que tuvo en algún momento un buen pasar, pero creanme que yo no sería nada si hubiera dependido exclusivamente del esfuerzo de mis padres y de mi mismo. Cuando me enojo porque tengo que pagar impuestos y este Estado te da tan poco, me olvido de que no es este Estado, es el Estado de todas las épocas que, malo o bueno, desastroso o no, hizo posible que yo tuviera calles para caminar, agua corriente, luz, gas, escuelas, semáforos, plazas, etc., etc. O sea, es la sociedad encarnada en el Estado.
No somos Robinson Crusoe y no seríamos nada si todo dependiera exclusivamente de nosotros. No somos sin los otros. Si comprendemos esto, también seremos capaces de comprender que hay una parte de nosotros que tuvo y tiene menos oportunidades, que el punto de partida es desigual. El chico que hoy se cría con toda clase de carencias no llegará igual que mis hijos y mis nietas. No puedo juzgarlo con la misma vara con la que juzgo a un individuo que ha tenido todas las posibilidades y abandonarlo a su suerte. NO quiero vivir en un país lleno de excluidos.
Si yo entiendo que la cifra de 2.500.000 de desocupados y de 18 millones de pobres no comprende a los vagos, a los que están así porque quieren estar, si comprendo que la vida de muchos millones ha sido una vida de carencias, no puedo exigirles que se las arreglen solos, que, insisto, nadie se las arregla solo, ni los ricos. Más aún si entiendo que la pobreza y la desocupación de millones ha sido resultado de políticas económicas que no ejecutaron los pobres, políticas que muchos de nosotros apoyamos, y que esa pobreza y esa desocupación no la buscaron los que se quedaron sin trabajo y sin un peso, aunque hayan apoyado, equivocados como muchos de nosotros, a aquellos que ejecutaron su destino.
Nadie se arregla sólo, mucho menos lo ricos. Los ricos tienen ejércitos de abogados y contadores para pagar menos de sus obligaciones, utilizan el trabajo de mucha gente para aumentar su riqueza y muchas veces les pagan salarios de miseria. Tienen el poder económico para doblegar a veces la voluntad de los jueces en su favor, y tienen el poder para doblegar a los gobiernos.
Los ricos no se las arreglan solos, aunque prediquen la filosofía norteamericana de que cada uno se las arregla como puede. ¿Por qué pedirles, entonces, a los pobres que se las arreglen solos? Vuelvo a mencionar la razón principal para que se ejecute una política social más activa: toda persona por el simple hecho de ser ciudadano, tiene derecho a satisfacer sus necesidades fundamentales. Y es obligación de la sociedad proveerlas.
A quienes piensan que darles subsidios a los pobres es pernicioso porque los acostumbra a vivir sin trabajar hay que preguntarles cuántos de ellos, la mayoría, han recibido alguna vez algo de sus padres, una casa, una ayuda de cualquier tipo, o de los amigos. ¿Y se corrompieron por eso?. Y los que no han recibido nunca nada de sus padres ni de sus amigos ni de nadie no existen, pero los que sientan eso piensen si eso es lo deseable, si el mundo sería mejor poblado por 6.000 millones de egoístas.
A menos que piensen que los pobres tienen una inferioridad en su naturaleza. En ese caso, el que lo piense tiene la mente detenida en el siglo XIX, cuando se creía que había razas inferiores y razas superiores.
Bueno, mientras sigamos pensando que quien da no tiene obligación de dar y quien recibe no tiene derecho a recibir seguiremos viviendo en una sociedad atrasada e insegura porque los gobiernos reflejarán nuestra mentalidad atrasada. Y seguiremos puteando contra el clientelismo, hijo de las filosofías egoístas, y contra los pobres que me interrumpen el tránsito con sus molestos reclamos."


Putas le sobran a cualquier desnudo. Quevedo

sábado, septiembre 11, 2004


ficcionalista! RECOMIENDA

 Sylvain Chomet. Les triplettes de Belleville


domingo, septiembre 05, 2004


ANGÉLICA GORODISCHER

Yo no sé si ustedes la conocen. Sepan que no hacerlo debería ser pecado. El otro día se les ocurrió a los de Ñ de Clarín que como agregaban un dossier regional de Rosario, ella debería estar. Esas paginitas regionales de Ñ vienen a ser como una declaración de todo lo federalistas que no son. Pero ese es otro tema. Y yo pensaba que la Gorodischer es de Rosario pero es más bien del mundo. Es del universo todo. Con ese pelo que es lo más moderno y rojizo que puede verse en casi cualquier sitio. Con ese desparpajo con que habla cuando habla, dándose el lujo de entrar en una digresión para no volver jamás al punto de partida y que eso sea sencillamente encantador. Con todo ese amor por el Goro, su esposo siempre ubicuo.
La Gorodischer es lo más.




SABIDURÍA GARANTIZADA

Nada se pierde. Todo se posterga.

sábado, septiembre 04, 2004


ficcionalista! resiste.
Hubo gente que me tocó el amor propio, mal. Y en un acto de supervivencia óntico-narrativo-existencial, en claro y abierto desafío a esa mojadita de oreja metafísica, a esa tocada de culo moral, ficcionalista! seguirá en pie, no sé si hasta que me muera, me ponga senil o gane más dinero que Alan Faena. Lo que llegue primero. O no, no sé.
Bánquensenlan.

f!