Bloqueo.
Bloqueo.
Bloqueo.
Qué bueno sería poder decirte todo lo que tengo ganas de.
Pero no. No sale. O no puedo. O no quiero.
Al final, mi analista dice que “uno hace lo que puede”. Meditándolo un poco, es significativa la ligereza con que pone en acto el impersonal uno que tanto corrige en mi discurso. Pero bueno, ella sabrá y yo no soy quien para responderle.
Eso es todo por hoy.
Y me parece que mañana viene peor.
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<< volvé a ficcionalista!