martes, noviembre 23, 2004


Yo quisiera que esto levante un poco. Pero, damas y caballeros, parece que la única forma en que se motivan y participan es cuando se mete gente que enmierda los ventiladores. Después se llaman a silencio. Todo bien. Pero consideren que un pobre docente, en esta época tirana de fines de curso, se convierte en un esclavo con birome de color que corrige ortografía y pone numeritos en cuanto papel se le cruza por enfrente. Así, realmente, la cosa se pone cuesta arriba.
Llueve. No sé si interesa la apreciación meteorológica pero es así.
Y se nos fue Castelo, el ironista. Mierda: no puedo dejar de dar vueltas por ese triste lugar común de que por qué habiendo tanto hijo de puta suelto, se termina yendo el canoso. Lo conversaba hoy con Pusher: quedamos más solos.
Pasémoslo con Chet Baker, Billie Holiday, Elis Regina y Tom Jobim.
Y llueve.
Hay motivos suficientes.