cosas que pasan

A ver, bueno... No es que uno ande por ahí tan ocupado como para no tener ni siquiera un rato para escribir. Pero como lo mejor es lo enemigo de lo bueno, ya todos saben qué pasa. No escribir porque no se tiene nada importante que decir podría significar el fin de la cultura letrada, si se me permite el exabrupto. Después pasa que la política te pone medio loco y andás sacado por ahí, puteando gente. En lo personal, andás metiéndole excusas a cuanta instancia mental ande por ahí liberada, más que nada a la propia. O te instalás en la netbook editores de texto muy despojados, para no distraerte y ponerte las pilas, vamos ahí: media página, algo. Y tampoco va al cine, pero se pone al día (no, nunca, siempre es más el caudal de lo que entra que de lo que se lee) con la lectura. No se pone a actualizar pero lo de Desinformación no es cierto; andamos por la vida con la Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami que es buenísimo y es redondamente recomendable. Y empezamos a laburar, claro. Y parece que nos ponemos a estudiar de nuevo. Académicamente hablando, digo. Y eso, no sé... qué más... Ah, los últimos cuatro episodios de Lost, muy buenos, eh.

Eso. Nada más.