Entiendan que para mí estos días postreros de noviembre y el despunte de diciembre son imposibles. Solo poner tildes, dibujar numeritos, leer cosas casi sin sentido en medias lenguas y criptografías de lógica incierta.
Mi vida social en
stand by. Mis otras vidas, tendiendo a cero.
Ya va a pasar.
Ya va a pasar, me autoconsuelo.
Etiquetas: crónicas