domingo, abril 26, 2009

MIEDO

Salgo de La Continental con mi bolsa de medialunas y bay biscuits. Me dispongo a gozar de un maravilloso desayuno, con algo de radio o lectura de diario, o ambas cosas. En la radio, Nacional, Aliverti entrevista a Víctor Hugo. Comentan cosas muy interesantes sobre el negocio del fútbol y el poder de los multimedios. Cosas desde dentro de los medios.

Pero no es eso lo que me mueve a sacar del letargo a este blog. Es la curiosidad, primero; inmediatamente, la inquietud; la sorpresa, después; y la indignación más absoluta, al fin. Creo que, aunque se lea afectada, esa es la secuencia exacta en que se me fue destilando el asco. La primera plana de Clarín estaba ahí, roñosa, colgada de un marco, con uno de esos clips grandes, en el puesto de diarios.

Era un mosaico de 32 rostros fotografiados. Eran los rostros fotografiados de los "ausentes de la inseguridad". Todos esos rostros de ahí son gente muerta. "Veo gente muerta", pienso. Cuento rápido porque el número no estaba escrito en letras grandes. cuento 8 columnas y 4 filas. Hago rápido la cuenta. Y después hago rápida cuenta también de cuántos son los vivos. Y pienso que son como 42 millones. Y pienso en el AMBA y se me ocurre 14 millones. Y pienso en porcentajes, y en muertos en accidentes de tránsito y en cifras. Y me pongo a pensar que seguramente no fueron solo 32 los rostros de los muertos. Debe haber una cantidad de muertos no mediáticos, de muertos pobres que son invisibles. Y hago la cuenta rápido de nuevo, y me acuerdo de que los muertos de la dictadura ("oh, no, de nuevo la dictadura, no... no queremos hablar más del pasado!) fueron algo así como 15 por día. O sea, bastante más que los 32 "en lo que va del año". (F., sos un hijo de puta ¡estás contando muertos! ¡los muertos son muertos!). Pero estos medios, pienso, no ponían esos muertos en primera plana. Claro, pienso, eran otros los medios que publicaban fotos de muertos. Fotos de muertos que aún no estaban muertos, como la Arrostito, que ocupaba toda la tapa de GENTE.

Y pienso en el miedo. Claro, antes eran los represores, los que tenían casi el monopolio de la producción del miedo. Ahora, son los multimedios quienes se ocupan de eso, ellos solitos. Y no es que no haya personas que maten personas, visibles e invisibilizadas. Es que nunca esos multimedios van a dedicar una primera plana a explicar otra cosa que no sea aquello que les conviene a quienes concentran el poder.

Y apostar al miedo es apostar a seguro. Siempre.

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sábado, abril 04, 2009

ANTES LE HACIAN ESTO



No, claro. Nunca fomentaron el clima destituyente. A ver si se acuerdan de esto.

Cortesía de El mapa del colo

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