sábado, febrero 19, 2005

PESSOANA

No el placer, no la gloria, no el poder: la libertad, únicamente la libertad.

Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón es solamente ser cambiado de celda. El arte, si nos libera de los fetiches convencionales y obsoletos, también nos libera de las ideas generosas y de las preocupaciones sociales, que también son fetiches .

Encontrar la personalidad en el perderla –la misma fe abona ese sentido de destino.

Bernardo Soares, Libro del desasosiego, 34.