miércoles, junio 30, 2004

PESSOANA

Súbita, una angustia...
¡Ah, qué angustia, qué náusea del estómago en el alma!
¡Qué amigos he tenido!
¡Qué vacías de todo las ciudades recorridas!
¡Qué estiercol metafísico mis propósitos todos!

Una angustia,
Un desconsuelo en la epidermis del alma,
Un dejar caer los brazos en el crepúsculo del esfuerzo...
Reniego.
Reniego de todo.
Reniego más que de todo.
Reniego a espada y fin de todos los dioses y su negación.
Pero ¿qué es lo que me falta que siento faltarme
en el estómago y en la circulación de la sangre?
¿Qué aturdimiento vacío me extenúa el cerebro?

¿Debo tomar cualquier cosa o suicidarme?
No: Voy a existir ¡Vamos! Voy a existir.
E-XIS-TIR
E-XIS-TIR
¡Dios mío! ¡Qué budismo me refresca la sangre!
Renunciar de puertas abiertas.
Frente al paisaje todos los paisajes,
Sin esperanza, en libertad,
Sin nexo,
Accidente de la inconsecuencia de la superficie
de las cosas,
Monótono pero dormilón,
Y qué brisas cuando las puertas y las ventanas
están todas abiertas!
¡Qué verano tan agradable el de los otros!

¡Denme de beber, que no tengo sed!

Fernando Pessoa, "Bicarbonato de soda"

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