CUERVOS

Discutir con católicos de acendrada ortodoxia es una tarea imposible.

Por la mañana, Magdalena Ruiz Guiñazú discutía con el rector de la Universidad Católica de La Plata. El sacerdote, acosado por la marca personal de la periodista terminó afirmando que, cuando no tiene como fin la reproducción, "el sexo no es bueno". No hubo vueltas, perífrasis, eufemismos. El sexo es malo. El acto sexual es la porquería, es hacer la chanchada. Más tarde, Lalo Mir se comunicaba con otro sacerdote especialista en bioética, tal vez de la UCA. A las preguntas directas de Ernesto Tenembaum le respondía con digresiones sin mucho sentido. Contrapreguntaba, interrogaba a sus interlocutores acerca de en qué documento de la Iglesia decía que el placer está mal. No se hacía cargo.

Dos sacerdotes. El primero tuvo la honestidad que el segundo no tuvo. Es preferible que esa mierda del Opus diga la verdad. Es más sano para ellos y para nosotros.