BABELIA
Hace años –muchos–, C. se reía del caprichoso (des)orden de mi biblioteca incipiente. Siempre hacía alusión, en las tertulias de bares y ante quien quisiera escucharlo, del hallazgo de Platero y yo al lado de El significado de la relatividad. Juan Ramón Jiménez hermanado con Albert Einstein. La anécdota se repetía una y otra vez y a mí, para qué negarlo, no dejaba de resultarme divertida. Hoy, en conversación telefónica con Miss Zero, volví a rememorar aquel tiempo mientras le contaba qué a causa de haber mudado muebles de lugar los actuales estantes, convenientemente engordados por libros durante casi dos décadas, le hacen homenaje a esos, sus más humildes predecesores. La necesidad de meter a presión los ejemplares a como diera lugar en ese espacio –siempre escaso a fuer de espléndidos hallazgos en librerías y la compra compulsiva consecuente–, sirvió para evocar ese pequeño caos que tanto entretenía a los amigos de los amigos tiempo ha. La gramática de la multitud pegado a unos mangas japoneses, Nietzsche junto a Jonathan Swift, Platón vecino de Angélica Gorodischer, Habermas con Soriano, Kawabata y las Cien cepilladas antes de dormir, Joyce con Macedonio, Zaratustra y las zonceras argentinas, Lewis Carroll y los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Lovecraft y el estructuralismo, Mircea Eliade y Shangai Baby, Horacio González y Hamlet, Edgar Allan Poe y Una historia del movimiento piquetero, El héroe de la mil caras y José Pablo Feinmann, el Quijote y el "Canon" de Bloom...
Lo más extraño de todo: percibir en todo una extraña lógica, un orden inquietante trasvestido en caos.
Algo hay de familiar en todo esto. Una apariencia distante, el reflejo de una psique en un espejo deformante. La imagen de quien cree reconocerse en ese azaroso volumen de tinta, cartón y papel sostenido por la mínima arquitectura de unas tablas.
15 comentario(s):
¡Qué buen post! ;-))
Lo mejor «Edgar Allan Poe y Una historia del movimiento piquetero».
¿Qué le pareció El canon...?
¡Qué bonito! También está bueno el engañoso acomodo del orden alfabético, que genera vecindades tanto o más estrambóticas. Personalmente me inclino por un semi-orden que ni siquiera yo mismo entiendo, falto de todo tipo de mística o interés. Mediocridad ante todo, es mi lema.
Ése de arriba era yo. Y éste de acá también soy yo, pero con la duda de si saldrán mis datos o no.
No es fácil, para nada, ordenar libros... más porque a cada rato se va engrosando el número, y porque no están para quedar así, pintaditos, sino que son retirados de su lugar una y otra vez.
En mi caso particular, están muy bien apiladitos sobre un banco. No tengo mueble, ¿vio?
Sabes que tienes un gran tesoro?
Dentro de de 40 años mi gran fortuna se limitara a libros y zapatos, casi como ahora....
Adoro tu forma de escribir, como te lo digo... se siente bien leerte.
Sabes que tienes un gran tesoro?
Dentro de de 40 años mi gran fortuna se limitara a libros y zapatos, casi como ahora....
Adoro tu forma de escribir, como te lo digo.
La biblioteca quedó bárbara. Lo lindo sería que todo ese caos descripto tan deliciosamente snob hubiera sido realmente leído para hacerle justicia a ese orden azarozo... Dejá de coleccionar papel!!
Sí, usuario anónimo, es cierto. No leí todos los libros que están en mi biblioteca. Es probable que algunos apenas hayan sido abiertos al momento de la compra. Es muy posible también que el caos de esa lista tan snob esté por encima -muy por encima- de mi persona. Pero incluso esos libros, esa cada vez mayor cantidad de libros que no leí, están a disposición de la gente que quiere leerlos, consultarlos, apreciarlos. Gente que espero que nada tenga que ver con Ud. y con esa actitud tan mierda que tiene.
Es más, le recomiendo: si no pierde tiempo en leer este blog obra de este snob-colecciona-papel, va a tener tiempo para leer mucho más de lo que puede esperar de mí, que al fin y al cabo no sé por que motivo le preocupa tanto el estado de mi (no) erudición.
Y a lo mejor, destilando menos veneno, sea una persona más agradable. Pero trate de no venir por acá para hacer notar las evidentes carencias de quien escribe.
Por lo pronto, mientras ud. colecciona resentimiento, seguiré coleccionando papel.
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Me cuenta, ¿Qué le pareció El canon...?
aaah. que lindo que lindo es husmear en bibliotecas ajenas...
Chiquilín: Me pareció que el loco Bloom (como lo conocen por allá) no se tomó el trabajo de leer siquiera los resúmenes de Reader´s Digest de muchos de los libros que incluye en la obra, ni qué hablar de ese triste listado final... Su abordaje de Borges y de Pessoa, por caso, bastante lamentable.
Pero vendió bien ¿no?
PS: igual el buen Harold leyó más que yo, que ni siquiera terminé con los volúmenes de mi propia biblioteca, como ha sido puesto ya de manifiesto...
Bien ahí, f!, bien ahí.
Me gustò mucho su post.
Con las bibliotecas establecemos un vínculo muy fuerte, tal vez porque están ahí haciendo un dibujo que sólo entiende cada uno y también está buena parte de nuestra historia.
Ordenarlas es imposible porque crecen como quieren/pueden.
Intentar organizarlas es una tarea enorme.
El orden alfabético produce vecindades absurdas y distancias incómodas.
Tal vez por tema y ahí por autor. Cada uno tiene su método o falta de.
Forman un pequeño universo en sí mismas.
No tiro ni los libros que me parecen obsoletos o malos, los dejo en algún estante menos privilegiado, pero siguen formando parte.
Que cosa que este post se me traspapeló, ta buenísimo. Y aquí va mi aporte: como últimamente la racha se vino negra en cuestiones amorosas, me puse obse con el orden, y ya que me he mudado hace poco, más. Así que los libros y los videos van al filo del estante, nada de andar dejando lugar para apoyar juguetes del kinder o simpsons del jack, ya fue. Ah, y los libros, van por orden de tamaño, de altura digamos, de mayor a menor, de este modo, bucay (y si me lo regaló un amigo hace años y como lo estimo mucho me da cosa deshacerme) quedó al lado de el anticristo. Y bué, mas o menos...
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