LO QUE NO SE DICE
No voy a decir nada de quien sufre: comprendo el dolor. Pero el dolor también puede confundir. Lo que no puede es dar prerrogativas, privilegios, poner a quienes lo padecen por encima de quienes no.
Ayer, en nombre del dolor, algo se hizo mal. Puede que el caído no esté libre de mancha; probablemente no por los motivos expuestos, motivos sospechosos y sospechados por donde se los mire.
En nombre del dolor se gritó ayer como si se tratara de una victoria futbolera. Una vez más, la sed de Lynch secaba algunas de esas voces confundidas y dolientes a las que el un gas negro les comió parte de sus vidas.
Hoy, ante la prensa, el otro se manifestó a la defensiva. Hace rato que no decía nada. Se hubiera quedado callado, pero eso no es pro.
Ayer, en nombre del dolor, algo se hizo mal. Puede que el caído no esté libre de mancha; probablemente no por los motivos expuestos, motivos sospechosos y sospechados por donde se los mire.
En nombre del dolor se gritó ayer como si se tratara de una victoria futbolera. Una vez más, la sed de Lynch secaba algunas de esas voces confundidas y dolientes a las que el un gas negro les comió parte de sus vidas.
Hoy, ante la prensa, el otro se manifestó a la defensiva. Hace rato que no decía nada. Se hubiera quedado callado, pero eso no es pro.
5 comentario(s):
Felicitaciones por el blog, sinceras ellas. Y estoy con ud. en cuanto al correcto uso de los signos de puntuación:
Ah! Me olvidaba de decirte: te linkeé en mi blog. Saludos!
Muy cierto. Es lo que no se dice. Entiendo el dolor también. De hecho, se me fue gente cercana. Pasé la noche de año nuevo más amarga de mi vida, entre velatorios de gente cercana, entre hospitales. De hecho la mano del destino quiso que esa noche me agarre un ataque de hígado y no concurra a hacer fotos del recital. Y no pasó mucho tiempo para que los familiares y el resto de la opinión buscara un demonio. Chabán, Ibarra.
Pero cómo nos cuesta hacernos cargo. Todos y cada uno de nosotros como sociedad, somos ese demonio. Mientras no entendamos eso, mientras sigamos buscando siempre un Yabrán, continuaremos metiendo los dedos en el enchufe. Y no creo que sea una cuestión pura y exclusivamente argenta. Miralo al bueno de Homero Simpson sinó.
MB el blog!
slds!
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<< volvé a ficcionalista!