1. Libros que no has leído: Nexus, Sexus y Plexus de Miller, Sobre Héroes y tumbas de Sábato, Rayuela de Cortazar, Los siete locos de Arlt, Trilogía de NY de Auster
2. Libros que puedes prescindir de leer: todos los de Paulo Coelho, Sidney Sheldon, Jorge Bucay, y una interminable lista de best sellers...
3. Libros hechos para otros usos: Los del punto anterior, sirven para nivelar sillas y escritorios o en casos extremos para sacarnos de un apuro higiénico
4. Libros ya leídos sin necesidad siquiera de abrirlos pues pertenecen a la categoría de lo ya leído antes aún de haber sido escrito: Diccionario Enciclopédico Larousse
5. Libros que si tuvieras más vidas que vivir ciertamente los leerías también de buen grado, pero por desgracia los días que tienes que vivir son los que son: Los de Pérez Reverte
6. Libros que tienes la intención de leer aunque deberías leer otros: todos los de Fontanarrosa
7. Libros demasiado caros que podrías esperar a comprarlos cuando los revendan a mitad de precio: Los de historia del arte españoles, o los carnets de acuarelas sobre ciudades de Dupuy et Berberian, el Martín Fierro nuevo de Ediciones La Flor ilustrado por Fontanarrosa.
8. Libros que podrías pedir a alguien que te preste: mi ingreso tardío a la literatura fue a fuerza y por la fuerza del préstamo compulsivo, pero después extraño esos libros prestados que no los tengo conmigo y que se no iré a comprarlos nunca, así que mejor no pido prestado.
9. Libros que todos han leído con que es casi como si también los hubieras leído: Harry Potter
10. Libros que hace mucho tiempo tienes programado leer: remítase a la respuesta uno y agregue El Libro del Desasosiego
11. Libros que buscas desde hace años sin encontrarlos: No suelo buscar libros, más bien ellos me encuentran
12. Libros que se refieren a algo que te interesa en este momento: Conductores Suicidas de Alejo García Valdearena
13. Libros que quieres tener al alcance de la mano por si acaso: Cualquiera de Fontanarrosa, La invención de Morel de Bioy Casares, Sostiene Pereira de Tabucchi y Cuentos con plumas de Woody Allen
14. Libros que podrías apartar para leerlos a lo mejor el próximo verano: Si llega a estar uno sobre féminas que está pariendo un amigo
15. Libros que te faltan para colocarlos junto a otros libros de tu biblioteca: Muchos, se aceptan donaciones.
16. Libros que te inspiran una curiosidad repentina, frenética y no claramente justificable: La Ilíada y La Odisea, sospecho que puedo pegarme un embole XL pero siempre me da la sensación que tengo ganas de leerlos
17. Libros ya leídos hace tanto tiempo que sería hora de releerlos: La senda del perdedor de Bukowski, Cuentos crueles de Abelardo Castillo
18. Libros que has fingido siempre haber leído, mientras que ya sería hora de que te decidieses a leerlos de veras: Todos los caminos conducen a Borges.
Et Aguirre dixit:
Una bobera. Las mujeres suelen elegir a los hombres de la misma manera que eligen a los libros.
Las banales que solo buscan estética los eligen por el lomo, para que combinen y queden bien en el lugar que les prepararon en su casa.
Las reflexivas, las profundas se preocupan más por el interior, lo que dice, lo que busca contar y cómo eso las enriquece, las mejora.
También están las de pocos recursos que, como igual tienen ganas de leer, terminan agarrando algo en la mesa de saldos.
Yo nunca he sido un best seller, alguna vez fui el típico libro de poemas que las mujeres suelen citar cuando hablan, refugiarse en ellos cuando sienten melancolía, pero que rara vez se llevan a la cama para seguir leyéndolo, sin embargo, reconozco que la experiencia me permitió armar mi fama de libro de culto, ansío con el tiempo transformarme en un clásico, porque esos son los únicos que, aunque viejos, siguen deslumbrando y enamorando hasta a las lectoras más jóvenes.
Y usted, ficcionalista! ¿qué es?
N.de f!: Estimadísimo Aguirre: De alguna manera (in)justificada me siento (in)directamente complacido por algunas de sus elecciones líbricas (bíblicas supone connotaciones que no vienen al caso). Si lo de las ganas de releer Cuentos crueles es un reclamo, le cuento que lo tiene un sujeto que trabaja para una aerolínea del estado, sabrá ud. de quién se trata.
Y, por último, yo vendría a ser un libro de bolsillo, un pocket. Práctico, que pasa de mano en mano, hasta que, de una maldita vez e incomprensiblemente, terminará en manos de la persona que lo sepa valorar en su justa medida (la de un pocket, por supuesto). Ah, y una antología, uno de esos libros que traen un montón de voces, pero todas chiquititas...)